Frenillo Lingual Corto: Cómo Afecta el Habla y la Lactancia

Frenillo Lingual Corto: Cómo Afecta el Habla y la Lactancia Dr. Roberto Guzmán, Cirujano pediatra en Guadalajara.

2/17/20255 min read

¿Qué es el Frenillo Lingual Corto?

El frenillo lingual corto, conocido en términos médicos como anquiloglosia, es una condición congénita que afecta la movilidad de la lengua. Este frenillo es un pliegue de tejido que se extiende desde la parte inferior de la lengua hasta el suelo de la boca, y su función principal es permitir el movimiento adecuado de la lengua. En individuos con un frenillo lingual corto, este tejido es más corto y tenso, lo que limita el movimiento de la lengua y puede impactar tanto la producción del habla como la capacidad para amamantar.

Anatómicamente, el frenillo lingual se diferencia de uno normal en su longitud y elasticidad. En un frenillo normal, los movimientos de la lengua son amplios y fluidos, permitiendo una variedad de funciones, incluyendo la articulación de palabras y la deglución durante la lactancia. Por el contrario, un frenillo lingual corto puede provocar dificultades en el habla, como malformaciones en la pronunciación de ciertos sonidos. Además, durante la lactancia, puede dificultar el agarre del pezón y provocar problemas tanto para el bebé como para la madre.

La prevalencia del frenillo lingual corto es notable entre recién nacidos y niños. Se estima que afecta aproximadamente entre el 4% y el 10% de la población infantil, aunque muchas veces no es diagnosticado en las primeras etapas de vida. El diagnóstico de esta condición puede realizarse a través de un examen clínico que valora la movilidad de la lengua y su interacción con estructuras orales adyacentes. Un especialista en salud dental o pediátrico es generalmente responsable de la evaluación, permitiendo identificar la severidad del cuadro y las mejores opciones de tratamiento disponibles, si es necesario.

Impacto en la Lactancia

El frenillo lingual corto, también conocido como anquiloglosia, puede tener un impacto significativo en la lactancia materna. Esta condición se caracteriza por una banda de tejido que limita el movimiento de la lengua, lo que puede dificultar la capacidad del bebé para realizar un agarre adecuado durante la alimentación. Como resultado, los bebés con frenillo lingual corto a menudo enfrentan desafíos al succionar, lo que puede llevar a problemas tanto para el lactante como para la madre.

Los bebés que padecen esta condición pueden experimentar dificultades para extraer suficiente leche materna. La succión ineficaz puede provocar que no obtengan la cantidad adecuada de alimento, lo que lleva a situaciones de hambre y frustración. Además, la madre podría sentirse incómoda o experimentar dolor durante las tomas, lo que puede afectar su deseo y capacidad para continuar con la lactancia. También es posible que se produzcan síntomas como pezones agrietados o inflamación, lo que puede repercutir negativamente en la experiencia de la lactancia.

Ante estas dificultades, es fundamental que los padres busquen soluciones adecuadas. Una opción es la consulta con un especialista en lactancia o un pediatra que pueda evaluar la situación y ofrecer consejos prácticos. Las técnicas de posicionamiento y agarre del bebé son cruciales y pueden facilitar una mejor alimentación. En algunos casos, la intervención quirúrgica para recortar el frenillo puede considerarse, aunque debería discutirse después de una evaluación exhaustiva. El apoyo emocional y práctico también es vital, y los grupos de apoyo para la lactancia materna pueden proporcionar información valiosa y aliento a las madres que enfrentan estos desafíos.

Consecuencias en el Desarrollo del Habla

El frenillo lingual corto, o anquiloglosia, puede tener diversas implicaciones en el desarrollo del habla de los niños. Este condición se caracteriza por un frenillo sublingual que limita la movilidad de la lengua, lo que puede dificultar la producción de ciertos sonidos. Por esta razón, los niños con esta condición a menudo enfrentan desafíos para articular correctamente fonemas tales como /t/, /d/, /l/, y /s/, que requieren un control preciso del movimiento lingual.

Las dificultades en la pronunciación no son las únicas preocupaciones. Un tratamiento inadecuado del frenillo lingual corto puede afectar la claridad y efectividad de la comunicación verbal, lo que puede llevar a problemas de autoestima o dificultades en las interacciones sociales. A medida que el niño crece, las limitaciones en el habla pueden resultar en retrasos en el lenguaje que impactan su desarrollo académico y social.

Además de las complicaciones en la pronunciación, existe una serie de signos que los padres deben observar. Estos pueden incluir la frustración del niño al intentar comunicarse, la repetición de palabras o sílabas, y el uso limitado de expresiones verbales. Otros indicadores pueden ser los problemas para imitar sonidos o palabras, y una tendencia a preferir el lenguaje no verbal, como gestos o mímica, en lugar de utilizar palabras. Si los padres notan estos signos, es recomendable que busquen la evaluación de un especialista en lenguaje o un otorrinolaringólogo para considerar el tratamiento adecuado, que puede incluir terapia del habla o, en algunos casos, la frenectomía.

Opciones de Tratamiento y Recomendaciones

El frenillo lingual corto, que puede afectar el habla y la lactancia, requiere atención especial para asegurar el desarrollo adecuado del niño. Entre las opciones de tratamiento disponibles, la frenectomía es la intervención más común. Estagi procedimiendo consiste en la eliminación parcial o total del frenillo, permitiendo una mayor movilidad de la lengua. Este procedimiento es generalmente sencillo y se realiza de manera ambulatoria, lo que significa que el niño puede regresar a casa el mismo día sin necesidad de hospitalización prolongada.

La evaluación por parte de un cirujano pediatra experimentado, como el Dr. Roberto Guzmán en Guadalajara, es esencial para determinar si la frenectomía es apropiada. El Dr. Guzmán enfatiza la importancia de una valoración completa del paciente, que incluye un examen físico y una revisión del historial médico. Esta evaluación permite establecer si el frenillo corto está interfiriendo significativamente en la alimentación o el habla del niño.

Además de la frenectomía, existen otras terapias que pueden ser consideradas. Por ejemplo, la terapia del habla puede ayudar a mejorar la pronunciación y el desarrollo del lenguaje en niños que experimentan retrasos debido a un frenillo lingual corto. También se pueden recomendar ejercicios específicos para fortalecer los músculos de la boca y lengua, lo que puede facilitar una mejor función oral.

Para los padres, es fundamental obtener múltiples opiniones y elegir la mejor opción para sus hijos. La comunicación abierta con los profesionales de la salud y seguir las recomendaciones adecuadas son claves en este proceso. Además, se enfatiza la importancia de un seguimiento profesional post-tratamiento, ya que permite monitorear el progreso del niño y abordar cualquier inquietud que pueda surgir, asegurando así un desarrollo óptimo.